- Consorcios Chicamocha y San José de Miranda protagonistas de la movilidad por nuestra región.
Málaga, Diciembre de 2011, redacción Chicamocha NEWS.- Mientras el 80% de las vías nacionales están hoy bloqueadas por el intenso invierno que azota a todo el país, la economía nacional no se ha paralizado del todo, gracias a la movilidad que se mantiene por la carretera Troncal Central del Norte, que comunica al centro del país con Venezuela, su principal socio económico.
Sin duda alguna, los protagonistas de que esta arteria nacional continúe vigente, son los consorcios San José de Miranda y Chicamocha; el primero de ellos ejecutor de la obra de ampliación y pavimentación y el segundo interventor, en representación del Instituto Nacional de Vías.
A pesar de las dificultades en algunos sectores como Málaga – Capitanejo, con sitios críticos como el PR 16, conocido como la quebrada “El Mango”, donde a diario la banca es ocupada por las avalanchas de lodo y piedra o el PR 30, cerca de la quebrada La Virgen, en San José de Miranda, donde a menudo se presentan derrumbes, la transitabilidad no se ha detenido.
Los traumas generados por los continuos cierres de carreteras tan importantes para la economía nacional, como la que lleva de Bucaramanga a Cúcuta o la que va de la misma capital de Santander a la Costa Atlántica, que también sirve de alterna a la anterior, por la ciudad de Ocaña, han sido evidentes en nuestra región con el creciente tráfico de tractomulas, que han encontrado en la Central del Norte, no solo una vía alterna, sino una carretera con mejores condiciones topográficas, más corta y sin peajes, lo que se constituye en una atractiva alternativa.
Pero no es solo una alternativa, sino que es una carretera que día por día se viene mejorando kilómetro a kilómetro, puente por puente, a pesar de las condiciones climáticas, como se puede evidenciar cuando el viajero transita de Málaga hacia Presidente, donde encuentra importantes tramos completamente terminados y otros en proceso de pavimentación, como es el caso del sector que lleva del Cerrito al páramo del Almorzadero.
En el caso de la movilidad también vale destacar el compromiso asumido por los ingenieros Carlos Millán y Juan Gabriel Gómez, del Consorcio San José de Miranda, lo mismo que del ingeniero Nelson Gómez, del consorcio Chicamocha, con sus respectivos equipos de trabajo, quienes, a costa de bajar el ritmo en las obras de ampliación y pavimentación, desplazan las máquinas con sus operadores a “abrir paso” en cada punto que se presente una emergencia.
LA CENICIENTA DE LAS TRONCALES AÚN NO CONQUISTA AL GOBIERNO
A pesar de las millonarias inversiones que se vienen haciendo y que se van a hacer, el gobierno nacional y los gremios económicos del país no le han dado la verdadera importancia que tiene la Troncal Central del Norte, que se convertirá en uno o dos años en el principal corredor de competitividad entre Colombia y su principal socio económico, el vecino país de Venezuela.
Desde esta redacción nos atrevemos a pronosticar que, antes de terminar el año 2011, el flujo de tráfico pesado por esta carretera estará superando las 200 tractomulas por día, en los sentidos Cúcuta – Bogotá y viceversa; tráfico que irá en crecimiento, así se solucionen los problemas en las vías alternas.
EL TRAMO DE BOYACÁ
Podemos aseverar que la modernización del tramo La Palmera – Málaga – Presidente, correspondiente al departamento de Santander ya está asegurada, pero queda faltando la parte de Boyacá, donde se hace necesario asegurar recursos por cerca de 500 mil millones de pesos, teniendo en cuenta que es un tramo que sobrepasa los 150 kilómetros entre La Palmera – Soatá y Duitama.
A lo anterior se suma la necesidad de ubicar un nuevo ponteadero para la construcción de un moderno y funcional puente de dos carriles sobre el río Chicamocha, cuyo costo no puede estar por debajo de los siete mil millones de pesos de hoy. Ese nuevo puente podría estar ubicado unos siete kilómetros arriba de Capitanejo, tomando la carretera que de este municipio santandereano conduce a la Sierra Nevada del Cocuy, eludiendo de esta forma el inestable tramo La Palmera – Villanueva, con el agravante que representa la impredecible quebrada “Chivatera”.
Esperemos que la dirigencia rovirense y del Norte de Boyacá, representada por sus nuevos alcaldes, enfile baterías hacia la consecución de estos recursos, lo que sin duda mejorará la economía regional y generará nuevas oportunidades para el comercio de nuestra comarca.
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